La ONU estima que son más de 800 millones de personas las que pasan hambre en el mundo, de modo que parece una falta de ética total tirar o desperdiciar alimentos. Con el objetivo de reducir la basura que generamos y sacar más partido de la comida, os ofrecemos algunos consejos para conservar por más tiempo los alimentos.
Conservar el pan fresco
El pan es uno de los alimentos básicos más consumidos en España, pero pocas veces se aprovecha en totalidad. Si el pan es de poca calidad, enseguida se pone duro. Un modo de conservar por más tiempo el pan es, además de comprar pan artesano, guardarlo en bolsas de tela, que son más ecológicas y también dejan respirar mejor el pan.
Una opción alternativa es una panera de madera y taparlo con un paño de cocina. La última opción es congelar el pan, aunque es preferible el pan recién comprado.
Cómo conservar la harina
La harina, otros cereales y los frutos secos son proclives a acumular insectos por los cambios de temperatura y humedad. En el caso de la harina, que puede durar mucho tiempo en la despensa pero es perecedera, debe mantenerse en un lugar seco y perfectamente sellado.
En zonas con altas temperaturas, lo más recomendable es guardarlo en la nevera con un bote cerrado. Es importante no guardar la harina cerca de otros granos como el arroz, porque pueden atraer bichos que acaben contaminándola.
Patatas, cebollas y ajos
Patatas y cebollas nunca deben conservarse en la nevera, pues necesitan temperaturas medias o bajas, pero no tanto como las de un frigorífico. Las patatas no deben compartir espacio con las cebollas ni recibir luz directamente. Las patatas se pueden guardar en bolsas de tela, rejillas oscuras o cajas de madera. Los ajos se comportan de manera simulas a las patatas.
Las cebollas, por su parte, han de mantenerse en un lugar aireado, en una cesta de mimbre o una bolsa de papel, evitando siempre los plásticos.
Conservar los huevos
Otro de los alimentos básicos a conservar son los huevos. Todo el mundo sabe que deben ir en la nevera, pero, ¿dónde? Lo habitual es colocarlos en la huevera que incluyen los frigoríficos en la puerta, pero la realidad es que este no es el mejor espacio, porque está sujeto a muchos cambios de temperatura.
Para mejorar su conservación es adecuado mantenerlos en su caja original o en un recipiente cerrado usado siempre para este fin.
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