La factura de la luz en España es de las más altas de Europa. Desde las asociaciones de consumidores y usuarios, como OCU y FACUA, advierten continuamente de nuevas subidas de precio.
El consumo eléctrico es imprescindible en nuestro día a día, y ante las continuas escaladas del precio de los kilovatios, la solución pasa por utilizar iluminación y electrodomésticos de manera eficiente. ¿Cómo logramos eso? A continuación, te damos unos trucos:
Electrodomésticos con etiqueta energética alta
El etiquetado energético es un sistema de etiquetado presente en los electrodomésticos que clasifica los diferentes aparatos en función de su eficiencia energética y de consumo.
Cada electrodoméstico está clasificado en función de su consumo energético y eficiencia en códigos de letras y colores, de la A a la G y del verde al rojo.
Los electrodomésticos A, mejor si son A+++, son los más eficientes en cuanto a consumo eléctrico y de recursos: agua por ejemplo. Los de letra G son los menos eficientes. Con los colores ocurre igual, el verde es más eficiente que el rojo.
Los electrodomésticos con etiquetado energético alto son más caros que otros modelos, pero su diferencia de precio se amortiza en poco tiempo. A partir de ahí, el consumidor puede beneficiarse de un importante ahorro en la factura eléctrica.
A esto hay que sumar prácticas de uso responsable de los electrodomésticos: poner la lavadora y el microondas con carga completa, apagar la vitrocerámica unos minutos antes y dejar que la comida se cocine con el calor residual, utilizar regletas para encender y apagar electrodomésticos y productos electrónicos por completo y no dejarlos en modo stand by, poner el sistema de climatización no por debajo de 25 grados en verano y no por encima de 22 grados en invierno y algunos consejos de este estilo que conocemos todos.
La iluminación, apostar por el led
Los electrodomésticos son importantes, pero no menos es la iluminación. Para ahorrar en la factura eléctrica es aconsejable sacar el máximo partido posible a la iluminación natural. Como eso no siempre es posible por los posibles defectos de diseño y construcción, cuando haya que encender la luz, hay que utilizar bombillas led.
Olvídate de los halógenos, que consumen mucha electricidad y tienen una vida media de unas 2.000 horas. Las bombillas led tienen 25.000 horas de vida media y, para un mismo nivel de iluminación, tanto estas bombillas como las de bajo consumo, permiten un ahorro energético de hasta un 90%.
Con la iluminación ocurre lo mismo que con los electrodomésticos, en un principio pueden resultar caras, pero su amortización acaba llegando, y a partir de ahí, el ahorro en la factura.
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